¿Sabías que puedes ayudar a tu sistema inmunológico con alimentos antifúngicos y antivirales? Vamos a ver algunos ejemplos de cómo fortalecerte ahora que está cambiando el tiempo y las defensas pueden bajar.
¿Qué son?
Los alimentos antifúngicos o antimicóticos ayudan a prevenir infecciones producidas por hongos. Hay muchos tipos de hongos, pero los más comunes en la época estival son la pitiriasis y la candidiasis.
Con los alimentos antivirales sucede lo mismo: tienen componentes o sustancias que ayudan a combatir virus y otras dolencias relacionadas con la gripe, el herpes, el coronavirus…
¿Qué alimentos tomar?
Hay muchas formas de introducir antifúngicos y antivirales en tu dieta diaria ya que hay bastantes alimentos que pueden ayudarnos, y además muchos de ellos son antivirales:
Ajo: es un antibiótico, antiviral y antifúngico natural muy potente. Uno de los compuestos claves es el ajoeno, que es muy efectivo contra la cándida, además de reducir el colesterol, ayudar al sistema inmunológico, y regular los niveles de azúcar en sangre. Se puede tomar incluso en pastillas en ayunas, acompañándolo de una cucharada de aceite de coco para evitar la acidez, gracias al ácido caprílico.
Jengibre: la raíz de jengibre contiene gingerol y shagelol. Podemos utilizarlo como sazonador rayándolo sobre las comidas o hacer infusiones. ¡Además es desintoxicante!
También puedes combatir la cándida añadiendo limón a las infusiones de jengibre. Los cítricos son también un buen aliado.
Aloe Vera: es bueno para la salud intestinal en general y repara y protege la pared del intestino contra hongos y otras moléculas.
La pimienta cayena ayuda a la digestión, el estreñimiento, y aumenta el ritmo del metabolismo y la circulación.
Aceite de orégano: el orégano es uno de los antifúngicos naturales más potentes. También es antiinflamatorio, antiviral y antibacteriano.
Canela: es también efectiva contra algunos tipos de cándida.
Clavo: es un potente antifúngico que se usa para tratar el pie de atleta y otras infecciones. También ayuda a mejorar el sistema inmunológico, y se puede tomar en aceite.
Cúrcuma: es antiinflamatoria además de antifúngica.
Aceite de árbol de té: se usa externamente, no debe ingerirse, y se usa para tratar bacterias, hongos y virus, incluso acné.
La cebolla, además de ser un potente antifúngico, antiparasitario y antiviral, ayuda a eliminar el exceso de líquidos en el cuerpo.
Las semillas de calabaza son antiinflamatorias, antifúngicas, antivirales y antiparasitarias, además de ser ricas en omega-3 y ayudar con problemas de piel.
Miel: este producto tiene una buena variedad de vitaminas, minerales y nutrientes, como vitamina A, D, K, potasio, calcio… Los cuales pueden ayudar a combatir virus.
El brócoli también tiene una alta cantidad de vitamina C, que puede ayudarnos en esta época de cambios en el clima y vuelta a la rutina.
¿Y qué hay de los frutos secos? Pues ya sabes que su contenido en hierro, potasio, calcio, antioxidantes y otros nutrientes los hacen esenciales para ayudarnos con nuestro sistema inmune. 😉