El queso comparte casi todas las propiedades nutricionales de la leche, por lo que tiene mucho calcio, proteínas, y vitaminas. ¡Y además combina a la perfección con los frutos secos!
Propiedades nutricionales del queso
Sus propiedades varían dependiendo de la cantidad de agua que se usa en su elaboración. Cuanta menos agua tenga, mayor será la concentración de sus nutrientes.
Uno de los principales nutrientes y de los más conocidos de la leche, y por lo tanto del queso, es el calcio. Es uno de los minerales más importantes para el cuerpo, ya que ayuda a formar y mantener sanos los huesos, los dientes, previene la osteoporosis, y ayuda al correcto funcionamiento del sistema nervioso y muscular. Además el queso es rico en vitaminas A y D, que ayudan a la absorción de ese calcio. Es por eso que el queso es tan beneficioso para los niños.
También es rico en vitaminas del grupo B, como la B1, B2, B9 (ácido fólico) y B12. Estas vitaminas son las que necesita el cuerpo para su desarrollo normal. Próximamente hablaremos más extendidamente en el blog sobre este grupo de vitaminas.
En cuanto a las proteínas, el queso tiene más cantidad que la leche en sí. Estas son esenciales para la formación y reparación de los tejidos del cuerpo.
El queso también contiene sodio, que hace que los músculos respondan correctamente a los impulsos nerviosos y además equilibra los líquidos del cuerpo, evitando que retengamos agua y que nos suba la tensión arterial.
Otro mineral que contiene es el zinc, fundamental para el desarrollo de ciertas encimas del cerebro, es aliado de nuestro sistema inmune, y además contribuye al normal funcionamiento del olfato, del gusto, y favorece la cicatrización.
Las grasas que contiene el queso son grasas saturadas, por lo que es recomendable tomarlo con moderación, pero una porción de queso al día es favorable para nuestra salud por todas sus propiedades (unos 1000mg en adultos, el doble para los niños).
¡Celebremos el día del queso!
¿Por qué es el queso uno de los productos más queridos por la gente? ¡Por la multitud de variedades que hay y la cantidad de maneras que hay de disfrutarlo y usarlo en recetas! Lo podemos tomar solo, acompañado, fundido, untado, troceado, fresco, curado, de aperitivo, en primeros y segundos platos, en postres… Incluso hay restaurantes dedicados exclusivamente al queso. ¡Las posibilidades son infinitas! Así que os dejamos algunas de nuestras favoritas por si necesitáis inspiración:
- Fondue de queso: consiste en mantener el queso en una cazuela que se mantenga caliente para que esté fundido y poder mojar el alimento que hayamos elegido. Hay montones de recetas, se pueden mezclar diferentes tipos de queso con especias, ajo, vino blanco, etc, y se puede mojar pan, carne…
- Pan de ajo: consiste en unas tostas hechas en el horno untadas en ajo, queso rallado, y se puede añadir pimienta negra, albahaca, mayonesa, pimiento verde… Las posibilidades también son múltiples.
- Patatas al horno con parmesano y perejil y mantequilla.
- Tarta de queso (las opciones de recetas también son múltiples… ¡incluso de queso azul!).
- Risotto a los cuatro quesos.
- Croquetas. En todas sus variantes. Las posibilidades también son infinitas. Podríamos comer croquetas todos los días de nuestra vida. De jamón, de cabrales, de calamares en su tinta, de bacalao… Se nos hace la boca agua sólo de pensarlo.
- Quiche. Se pueden hacer con verduras y hortalizas, con carne, con setas… Una receta deliciosa que se realiza en el horno y el queso es por supuesto uno de sus ingrediente fundamentales.
- Como aperitivo: ¿Y cuál es uno de los alimentos que mejor combina en una tabla de quesos? ¡Los frutos secos! Entre los favoritos están las nueces, las pasas, los pistachos, las almendras… Te recomendamos que pruebas esta mezcla con miel, con mermelada, o con uvas.
¡A disfrutar!