En estas fechas los dulces asaltan nuestras despensas para acompañar el ambiente festivo: turrón, mazapán, roscón de reyes, polvorones… Pero hoy os vamos a hablar de unos dulces que casan muy bien con los frutos secos, con cualquier otro dulce, y se pueden tomar de postre, con el café, en la merienda…: la fruta deshidratada.
Orejones
Los orejones son el resultado de secar el melocotón y el albaricoque. Tienen muchos beneficios, ya que tienen hierro (para prevenir la anemia es recomendable tomarlo junto con frutas que tengan Vitamina C), potasio (regulan la hipertensión y problemas circulatorios), calcio, vitamina A, B3, y mucha fibra.
Dátiles
Los dátiles provienen de las palmeras datileras, y tienen numerosos beneficios: tienen mucha fibra, hierro, fortalecen los huesos y el corazón (contienen calcio, magnesio, vitaminas A, C, E…), combaten la tos seca por sus propiedades antiinflamatoria y antimicrobiana, son ideales para fortalecer la agilidad mental, son muy saciantes, y proporcionan mucha energía.
Ciruelas pasas
Las ciruelas pasas mantienen también todas sus propiedades tras secar las ciruelas. Son una fuente natural de energía, tienen mucha fibra y sorbitol (son un laxante suave natural), y mucho magnesio, por lo que son un potente antioxidante. También pueden ayudar a reducir el azúcar en sangre, contienen vitaminas del grupo B, y promueven la salud ósea.
Cómo hacer fruta deshidratada
Además de estas tres opciones, puedes deshidratar manzanas, fresas, plátanos, kiwis, higos, piña, pera, mango, cítricos…
Lava bien la fruta y córtala en dados o rodajas, procurando que tengan el mismo grosor.
Ponlas en la bandeja del horno, a 60ºC, y deja la puerta un poco abierta. Dale la vuelta a las frutas a los 20-30 minutos.
Para saber si está lista, debe de estar seca pero flexible.
Y ya puedes disfrutar de la fruta con todas sus propiedades de un montón de formas: en ensaladas, en yogur, para añadir a otras recetas como bizcochos, como merienda…
¡Felices Fiestas!